CAUSA CABALLERO/BRIGADA III DÍA 2 -13/4/21

Con relatos del horror en la Brigada/Alcaidía comenzó la etapa de testimoniales

En una extensa – y por momentos entrecortada- jornada se registraron siete testimonios, referentes al dispositivo de secuestros y tortura organizado en torno a la ex Brigada de Investigaciones durante la última dictadura cívico militar. La causa pasó a un cuarto intermedio hasta la mañana de este miércoles, con una lista de ocho testigos.

POR GONZALO TORRES

En un escenario atípico raíz de la emergencia sanitaria por coronavirus en la mañana de este martes 13 se desarrolló la segunda jornada del juicio oral denominado causa Brigada / Caballero III, por crímenes de lesa humanidad entre los años 1974-1979  y 8 imputados de Ejército, Policía y SPF. Declararon siete personas; Armando Benítez, Escolástica Riveros, Saturnino Ferreyra , Ramón Hanriquez, Eugenio Domínguez Silva, Juan Manuel González y Rolando Azcona, con historias de violencia sufrida a raíz de su militancia política a manos de policías de la Brigada de Investigaciones del Chaco (en su sede por calle Juan B. Justo mayormente) y de personal penitenciario de la Alcaidía policial.

La jornada – que comenzó a las 8 h y se extendió hasta cerca de las 14 – se desarrolló del siguiente modo; en la sala del Tribunal Oral Federal de Resistencia (Hipólito Irigoyen 33), el testigo de turno presencial (en este caso dos de una lista de siete) junto a la licenciada Carolina Fule, psicóloga de la Secretaría de DDHH y Género de Chaco para la contención de testigos sobrevivientes; los magistrados José María Cello y Luciano Lauria del TOF de Santa Fe; el fiscal ad hoc Diego Vigay y el abogado querellante por ya nombrada Secretaría Duilio Ramírez.

Por vía remota, el presidente del tribunal Rubén Quiñones, del TOF de Formosa, al igual que el resto de las partes; el Fiscal Carlos Amad , el Defensor Oficial Juan Manuel Costilla , el Defensor particular Ricardo Osuna , el abogado de la Secretaría de DD HH de la Nación Manuel Brest.Del mismo modo, el grupo de ocho imputados siguió la audiencia desde sus lugares de alojamiento carcelario o como el caso de Gabino Manader y Francisco Álvarez, desde la comodidad de sus domicilios donde cumplen “condena en modalidad hogareña”.  A esta dupla, la más nombrada por los declarantes de la fecha cuando contaban torturas y vejámenes sufridos se suman el teniente primero José Tadeo Betolli,  el teniente primero Luis Alberto Pateta –ambos oficiales de Inteligencia del Ejército Argentino-; el comisario general Rodríguez Valiente; el sargento José Marín y el sub oficial principal Jorge Ibarra –todos de la Dirección de Investigaciones de la Policía del Chaco, Francisco Álvarez -de la Alcaidía Policial- y el alcalde Pablo Casco, Jefe de Guardia de la Cárcel U7.

ARMANDO BENÍTEZ: “ES BRAVO RECORDAR”

Armando Benítez, Ramón Hanríquez, Rolando Azcona y Juan Manuel Gonzáles, sobrevivientes del horror en la Brigada de Investigaciones durante la última dictadura

Con menos interferencias que en la víspera, los problemas de conexión, y acoples superponiéndose sobre las declaraciones volvieron a complicar el desarrollo de la audiencia. El primer testigo fue Armando “Manín” Benítez, en modo presencial. “Es bravo recordar de nuevo” comentó. Fue detenido un 16 de octubre de 1974 por un grupo de policías de civil en la vieja estación de ómnibus de Resistencia, en Santa María de Oro y Santiago del Estero, mientras se disponía a viajar hacia Sáenz Peña. Sus captores lo llevaron a un depósito en la terminal y ahí mismo comenzaron con los primeros golpes. “Yo había sido demorado dos veces por hacer pintadas y pegatinas por policías de Investigaciones. De esa época ya lo conocía a Manader y Cardozo, famosos por meter mano”.

Con una trayectoria de ex detenido político a raíz de su paso primero en el peronismo y luego por el Partido Revolucionario de los Trabajadores, y de militancia social y de DDHH luego de recobrada la democracia. Comenzó a militar en el peronismo en el año 70. Estudiante secundario, formó una agrupación estudiantil en la escuela industrial, luego de la JP pasó al peronismo de base, y ahí se incorporó al FAS. En un acto denunció al CdO por el tiroteo al comedor estudiantil.   En la actualidad integra la Comisión Permanente por los DDHH, una de las organizaciones de derechos humanos que forma parte de la Comisión Provincial por la Memoria Chaco (CPM).

Relató que la tortura continúo en la Brigada de Investigaciones, en su sede por calle Juan B. Justo; (El jefe de Investigaciones Carlos); “Thomas se ensañaba, se le ponía la cara colorada, y les mostraba a sus subalternos cómo debían proceder”. Recordó que le preguntaban cantidad de cosas, pero que no les interesaban sus respuestas. 

 “Luego vino lo más feo” afirmó, con la voz ronca por la emoción; “trajeron a mis dos hermanos menores, a dos primos y a dos tíos. Ahí ya cambió la cosa”. Visiblemente emocionado, hizo una pausa para tomar agua y prosiguió su declaración; “No recuerdo bien la sucesión cronológica de la golpiza y la tortura. A veces el tiempo parece pasar muy rápido y en otras ocasiones no. Cuando uno espera que lo vengan a buscar para pegarle el tiempo parece corto”.

El punto culmine de su calvario ocurrió luego de que lo cargaran maniatado y tabicado en una camioneta y lo llevaran lejos, en un viaje de más de media hora según calculó.  Lo bajan y alcanzó a percibir la brisa propia de la orilla del río, y la quietud de un descampado. “Me pusieron una bolsa de polietileno en la cabeza, me disparaban cerca del oído, querían que les dijera mi nombre de guerra y cosas así, me pasaron picana hasta que me desmayé. Mi cardióloga me dijo que puede haber sido mi primer síncope, luego tuve dos más”.  Cuando despertó tenía la panza muy hinchada y enrojecida, pero “ya ni me dolía – relató- era más el susto, porque parecía que estaba por reventar”.

El 21 de octubre terminó su estadía en la Brigada y fue trasladado a la Alcaidía, un par de días antes eso liberaron a sus hermanos menores de edad. También recordó haber visto el patio de Investigaciones poblado de detenidos, algunos sentados y otros parados y un interrogatorio con un civil, de saco, y un acento “como de porteño o rosarino” que lo amenazó con una picana y le advirtió por sus familiares también detenidos.

Culminó su testimonio con la siguiente declaración; “Agradezco la posibilidad de contar lo que fue esa época. Cuando salí con libertad vigilada había gente que no me quería saludar por miedo.  Hoy, de los que me torturaron solamente queda uno con vida. Eso habla de la lentitud de la justicia”.

MANADER: “HOY TE TOCA”

Los demás testimonios siguieron la misma línea narrativa; detenciones por policías de civil o uniformados, pero sin orden judicial, paso por la Brigada de Investigaciones, torturas y privación de las condiciones más elementales; como alimento, higiene, etc. Al momento de denunciar lo ocurrido se topaban con la figura del secretario de juzgado federal Roberto Mazzoni que se negaba a tomar declaraciones y formaba parte del dispositivo de represión.

Escolástica Esperanza, abogada y docente, declaró por vía remota desde Buenos Aires, y contó que fue detenida a metros de su casa un 18 de octubre de 1974. Le destrozaron la casa y quisieron obligarla a firmar un acta con falsedades. Ante su negativa a hacerlo terminó en un calabozo en la Brigada, esposada y vendada.  “Cuando venía el cabo Sotelo era el terror. Venía y decía, “Che, cuando le vamos a dar máquina?”. Recordó cómo Gabino Manader la golpeaba en la cabeza y le hablaba al oído; “Esta noche te toca, te vamos a violar delante de todos, vos no tenés hijos porque tu marido es un inútil, te vamos a violar delante de él para que aprenda” la amenazaba. De Rodríguez Valiente también recordó golpes y amenazas y que solían preguntarle de modo insistente por Enzo Lauroni, (en la actualidad desaparecido).

En una ocasión en la que consiguió luego de mucho insistir que la dejaran ir al baño pudo ver en el patio a “muchísima gente, era impresionante, estaban tirados en el piso, sucios, con ropa rasgadas, todos vendados”. Entre esa gente vio a su marido, sin camisa, con las manos esposadas, contra un tronco.

Recuperó la libertad en abril de 1982, pero la presión y la vigilancia persistieron. En ese momento supo que su hermana había sido secuestrada- desaparecida en Buenos Aires durante su cautiverio, y que su familia había sufrido detenciones y hostigamiento.

“ARSENAL DE LITERATURA MARXISTA”

Saturnino Ferreira, también por vía remota comentó su convencimiento de haber sido detenido por “una simpatía, una adherencia a una militancia del PRT”. Llevado a la Brigada fue interrogado sin vendas, y recibió una paliza por parte de Cardozo,  Manader y el jefe Carlos Thomas. . “Hasta ese momento yo sabía que estaba allí mi esposa Escolástica Rivero. Jorge Castro y Milagros DEmiryi fueron conmigo a la Brigada” relató. Coincidió en que “nadie ponía límites a los tratos recibidos. Estaba Mazzoni y en presencia de él fuimos golpeados. Evidentemente no había alguien que dijera “paren”.

Eugenio “Yango” Dominguez Silva estuvo detenido durante “3 años 6 meses y 11 días”. Fue condenado con 17 años, y sufrió “Mucha violencia, mucha tortura, tengo una rotura de tabique nasal. Hasta hoy en día tengo secuelas”. Nombró a los imputados en el juicio, recordó que hacían sonar un acordeón para tapar los alaridos de los torturados. Además, destacó; “la caratula de mi causa decía que me encontraron un “arsenal de literatura” marxista. Esa fue la “mochila” con la que fui condenado. Éramos los leprosos del sistema”.

Juan Manuel Gonzáles fue detenido y recibió tortura por corriente eléctrica, golpes secos, en distintas partes del cuerpo. Pudo reconocer entre sus torturados a Ricardo Yedro, vecino de su cuadra, ya fallecido. Consultado por el abogado Duilio Ramírez comentó que Rodríguez Valiente era uno de los que “tenía la voz de mando”.

Ramón Hanríquez fue secuestrado con varios de sus hermanos y hermanas en el interior de Chaco, en su Campo Largo natal. Sufrieron interrogatorios bajo torturas del más variado tipo, en grupo, durante varios días. incomunicados y sin que el resto de sus familiares pudieran saber dónde estaban. Luego fueron trasladados a la Alcaidía. Allí le tocó padecer a Francisco Álvarez, quien, junto con los oficiales Ayala, Flores, y Roldán hacían requisas para pegar a detenidos. “Álvarez era quien encabezaba las golpizas, con cachiporras de goma y patadas.

Su testimonio graficó el maltrato como norma en la Alcaidía, sin razón, sin motivo, en un ejercicio institucionalizado de sadismo para la destrucción física y mental de los detenidos. “Y siempre Álvarez encabezando este tipo de acciones. Así era con todos los detenidos, no tenía perdón para nadie”.

El último testigo del día fue Rolando Azcona, detenido por personal de civil y sin orden judicial. Relató que en la Brigada “La acción permanente era, lo que popularmente se dice verduguear: no nos dejaban dormir, descansar, Marín se divertía tirando agua caliente de una pava, o de un termo, lo que tenía, Tiraba por las piernas, tiraba por las manos, no solamente a mi sino con cualquiera”.

“Thomas, Rodríguez Valiente, Marín son los responsables de las torturas que recibí, Manader también. Lo conozco desde hace mucho tiempo porque él tenía su novia cerca de casa”.Además declaró que si bien era militante de la JP, nunca le preguntaron nada referido a su militancia “ellos querían que identifique a otras personas o que le adjudique hechos que yo no conocía”.

CÓMO SIGUE

El juicio oral retomará audiencias en la mañana de este miércoles con una lista de ocho declarantes; Susana Graciela de los Ríos, Silvia Robles, Carlos Aranda; María Elena Rossi, Diego Romero, Oscar Varela, Gerardo Delgado, Roque Benítez y Alberto Testa. Para los días jueves y viernes también hay programadas audiencias con un promedio de 5 declaraciones por día. Para seguir los juicios se debe ingresar al sitio de Facebook de HIJOS CHACO (facebook.com/hijoschaco) o de la CPM Chaco CasaporlaMemoria Chaco, https://www.facebook.com/cpmchaco.

CPM CHACO/2021