Nació en Reconquista, Santa Fe, el 15 de agosto de 1948. Fue asesinado en la Masacre de Margarita Belén a los 28 años.

Hizo la primaria en la Escuela Normal Nº 3 y cursó la secundaria en la ENET Nº 1 de las calles Roca y Mitre, de donde egresó en 1968 como técnico mecánico.
“Como compañero de escuela siempre fue íntegro, estudiaba con libros prestados, era de esos compañeros capaces de cortar el lápiz por la mitad y el borrador con una Gillette para compartir con el que no tenía”, recuerdan quienes lo conocieron.
Fue miembro del Club Colegial (nombre impuesto en ese entonces a los centros de estudiantes) y director del periódico escolar.
Se casó con María del Carmen, con quien tuvo un hij o. Realizó diversos oficios: trabajó en una pollería ubicada al sur de la ciudad, en la Comisión Municipal Autárquica de Vivienda y como inspector de calle. Fue director del periódico Sapucay. También realizó reemplazos como docente de Taller en la Escuela Industrial.
Militante revolucionario peronista, desde muy joven asumió el compromiso de caminar junto a los desposeídos. Realizó trabajo social en el barrio “La Cortada” de Reconquista, donde fue a vivir durante un tiempo. Era conocido como “ El Indio” o “Lito”.
El 30 de enero de 1976 un grupo de tareas lo fue a buscar a su casa. Él logró escaparse, pero su compañera fue detenida. Permaneció escondido hasta que logró viajar a Resistencia.
Allí vivió junto con otros compañeros de Misiones y Corrientes. Se alojó en distintas casas durante esos meses: frente a Central Chaco, en Villa Marín y en Villa Prosperidad.
El 31 de marzo el interventor municipal de Reconquista decreta la cesantía de Mario en el cargo que ocupaba porque “ no se hace presente en su lugar de trabajo desde el 30 de enero de 1976 sin justificar su inasistencia (...) y que además se halla comprendido dentro de los lineamientos del Comunicado Nº 49 emitido por la Junta Militar”.
Fue detenido cerca de La Rubita, al sur de Resistencia, en junio del 76. En dicha ocasión es herido de bala en una pierna y llevado a la Alcaidía por unos días. Luego pasa a la “Sala Negra” de la Brigada de Investigaciones y es sometido a tormentos hasta que deben trasladarlo al Hospital Perrando.
En octubre su situación fue legalizada; lo trasladaron a la U7 del Servicio Penitenciario Federal, al pabellón 3. Nunca pudo recuperarse de la herida de la pierna. Permaneció incomunicado durante esos meses.
Fue retirado de la U7 el domingo 12 de diciembre en horas de la tarde, llevado a la Alcaidía de Resistencia y luego asesinado en Margarita Belén. Su cuerpo fue entregado a los familiares. Su padre no se animó a verlo, y un amigo debió reconocer su cadáver.